Un extraño fenómeno se desata en cuanto decides viajar a Nueva York: comienzas a soñar despierto con todo lo que te espera en la ciudad, acumulas una lista sin fin de todo lo que quieres ver y hacer…
¿Te suena? La ilusión por visitar la Gran Manzana es tanta, que es fácil pasar por alto algunos detalles o cometer errores de principiante.
Por eso, hoy recopilamos 10 errores que cometemos al viajar a Nueva York y cómo evitarlos. ¿Cuál añadirías tú según tu experiencia?
Errores que cometemos al viajar a Nueva York
1. No informarte sobre el visado
Uno de los principales errores que cometemos al viajar a Nueva York tiene que ver con la documentación.
Y es que visitar la ciudad no es tan sencillo como montarte en un avión: previamente necesitarás haber pedido un visado de turista o, si eres residente de uno de los países con acuerdos con Estados Unidos, haber rellenado el formulario ESTA y que te lo aprueben.
A menudo recibimos correos de gente que se percata de que necesita una autorización poco antes del viaje, así que es muy importante que te informes con tiempo. Aquí te contamos cómo rellenar el formulario ESTA para viajar a Nueva York.
2. Subestimar el control de seguridad del aeropuerto
No tienes por qué temer el control de seguridad y las aduanas en el aeropuerto de Nueva York, pero tampoco tomártelos a la ligera.
Te pregunten lo que te pregunten, pon la verdad por delante. Una pequeña mentira o despiste puede desembocar en horas de espera, y, en el peor de los casos, en que te prohíban entrar al país.
El contratiempo no compensa cuando estás aquí para pasar unos días fantásticos en la ciudad, ¿verdad?
Además, ten en cuenta que estos controles a veces son rápidos (unos 20 minutos), mientras que, en determinados días y horas, puedes encontrar colas de más de 2 horas.
Intenta ser algo flexible con las opciones de transporte y la hora de llegada al hotel, porque puede que te retrases un poco.
3. Pensar que la ciudad te enamorará desde el primer minuto
Lo que vamos a contarte quizás te resulte extraño, porque es algo que las guías de Nueva York no cuentan, y todo el mundo habla de cómo se enamoró de la Gran Manzana a primera vista.
Pero no te preocupes si tu primera impresión de la ciudad es mala, a muchos nos ha pasado.
Llegas cansado y atontado por el jet lag tras un largo vuelo, te arrojan en medio de una ciudad frenética, entre cientos de taxis haciendo sonar el claxon, peatones que parece que en vez de caminar hagan carreras de fondo… Y piensas: ¿esto es Nueva York? ¿De verdad?
Tranquilo: descansa y combate el jet lag con estos consejos, mañana verás la ciudad de otro color… Y te enamorarás. Hasta las trancas. Puede que tardes más o que tardes menos, pero créenos… ¡Querrás regresar!
4. Planificarlo todo al dedillo
Nueva York es tan inmensa que un poco de planificación es indispensable. Por ejemplo, decidir qué atracciones quieres visitar y consultar los horarios de apertura, comprar entradas para la NBA o para un musical de Broadway, elegir si usarás tarjetas como la CityPASS o la New York Pass…
Pero no quieras tenerlo todo atado y bien atado, porque la Gran Manzana es también el paraíso de lo espontáneo.
Date tiempo para contemplar esa puesta de sol alucinante junto al río, regálate un descanso en una plaza y un hot dog de un carrito callejero cuando no puedas caminar más, párate a disfrutar de ese espectáculo callejero…
5. Elegir el hotel equivocado para tu viaje
Otro de los grandes errores que cometemos al viajar a Nueva York tiene que ver con el alojamiento.
Los alojamientos en Nueva York no se miden como en el resto del mundo: una semana en un hotel de dos estrellas que cae a trozos puede costarte miles de dólares.
Los hoteles son caros y, muchas veces, viejos, y para nada merecedores del precio que tienen.
Por eso siempre te aconsejamos leer críticas antes de reservar, y quizás estirar un poquito más el presupuesto en alojamiento (o dormir en Brooklyn o Queens) si eso significa encontrar un lugar más cómodo.
Al fin y al cabo, aunque solo uses el hotel para dormir y de día te dediques a explorar la ciudad, cuando llegues agotado agradecerás tener en un lugar donde te sientas a gusto.
6. No llevar la ropa adecuada
Sí, todos queremos salir estupendos en la foto en el Top of the Rock, pero después de diez horas caminando por la Gran Manzana tal vez te arrepientas de tu elección de armario.
En Nueva York patearás y patearás, e, incluso cuando tomes el metro, bajarás y subirás escaleras a raudales, por lo que agradecerás muchísimo llevar ropa y calzado cómodos dentro de tu estilo.
Y, si nos visitas en invierno, no subestimes las temperaturas y lleva buena ropa de abrigo. Quizás no usarás los guantes o el gorro a diario, ¡pero qué bien tenerlos para esos días en los que te tiemblan hasta los huesos!
Aquí puedes ver un calendario de Nueva York con temperaturas (e ideas) para cada mes del año, y aquí, qué ropa llevarte según la época. Si necesitas comprar alguna prenda, también te contamos dónde comprar ropa en Nueva York.
7. No patearte la ciudad
El metro de Nueva York se convertirá en tu gran aliado, y la tarjeta Metrocard, en tu mejor amiga.
Pero no hace falta que lo tomes por sistema. Intenta juntar las visitas que quedan cerca en un mismo día (como te proponemos, por ejemplo, en esta ruta de un día por Nueva York) e ir de un lugar a otro a pie: descubrirás otra ciudad.
¿Por qué? Porque no saltarás de un lugar turístico a otro, sino que por el camino te harás partícipe de la vida de los neoyorquinos: los delis, las lavanderías, los pequeños parques, la gente yendo de un lado a otro, el ambiente en las calles…
Nueva York tiene mil caras sorprendentes, y, pateando la ciudad, te aseguramos que conocerás una de las más fascinantes. Y, además, te ahorrarás unas cuantas aglomeraciones en el metro. ¡Todo son ventajas!
8. No salir de Manhattan
Siempre ponemos énfasis en que Nueva York es mucho más que Manhattan, ya que la isla es solo uno de sus cinco distritos.
Sal de la Gran Manzana, dedica un día a Brooklyn, Queens, el Bronx o Staten Island y descubrirás un sinfín de caras de la ciudad que jamás hubieras imaginado.
Es en esos lugares donde vive la mayoría de neoyorquinos; sin embargo, muchos turistas no se aventuran más allá de la Gran Manzana por prejuicios, inseguridad o simplemente porque no saben que el encanto de Nueva York se extiende mucho más allá de la cuadrícula de Manhattan.
Y es una lástima, ¡así que a explorar se ha dicho!
9. No comer más que hamburguesas
Los que dicen que en Nueva York no se come bien… Han encontrado la excusa perfecta para vivir a base de hamburguesas, porciones de pizza gigantes y donuts para chuparse los dedos.
Y no podemos culparles, pero, si te apetece algo más ligero y no sabes por dónde empezar, porque los restaurantes te parecen muy caros (y más incluyendo la propina), que sepas que es muy fácil comer rápido y sano en Nueva York.
Hay infinidad de delis con barras de comida a peso con ensaladas, platos calientes y fruta por pocos dólares.
En los supermercados de la ciudad también venden ensaladas y sándwiches individuales para llevar, y en todas partes te dan cubiertos. Un lugar que no nos cansamos de recomendar es Whole Foods, ¡muchísima variedad de comida sana a buen precio!
Aquí tienes nuestras recomendaciones de dónde comer en Nueva York.
10. Dejar que te timen
Si abres un mapa en mitad de la calle, es probable que en pocos segundos alguien te pregunte si necesitas ayuda. En Nueva York encontrarás amabilidad.
Pero, por desgracia, el hecho de ser una ciudad tan turística también propicia que existan muchos estafadores que ven en los turistas una fuente de ingresos rápida y fácil…
Para que estés alerta, aquí te contamos los timos más comunes en Nueva York (y cómo puedes evitarlos).
¿Te suena alguno de estos errores que cometemos al viajar a Nueva York? ¿Qué consejos darías a alguien que visite la ciudad por primera vez?
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