Nueva York cumplió hoy con la tradición del encendido de las luces del árbol de Navidad del Centro Rockefeller, un acto que tiene ya 85 años de antigüedad y que marca el comienzo de las festividades navideñas en la ciudad.
En esta ocasión, el evento que se organiza en torno a las luces del espectacular árbol, que este año tiene 22 metros de altura, contó con las actuaciones musicales de estrellas de la talla de Diana Ross, Tony Bennett, Diana Krall y John Legend.
También participaron Brett Eldredge, Darci Lynne Farmer, Martina McBride, Pentatonix Kellie Pickler y Howie Mandel en el espectáculo, cuya relevancia llevó a que se cortara la circulación de vehículos durante toda la tarde a una amplia zona del centro de Manhattan, donde está situado el Rockefeller.
El ejemplar de abeto noruego se transportó esta vez desde la localidad de Wallkill, a una hora y media de la ciudad de Nueva York, donde había crecido durante los últimos 75 años sobre un terreno ahora propiedad de Shirley Figueroa y Lissette Gutierrez, una pareja de mujeres de origen puertorriqueño.
El abeto, de 12 toneladas de peso, se convierte así en el primer árbol de Navidad de Rockefeller en provenir de mujeres homosexuales o latinas.
Otra novedad este año es la gran estrella de casi tres metros de altura que decora la punta del árbol, que está hecha de tres millones de cristales Swarovski y que fue diseñada por el reputado arquitecto polaco-americano Daniel Libeskind.
Además, más de 8 kilómetros de cables con decenas de miles de luces arropan al árbol desde hoy y hasta el próximo 7 de enero, que se encenderán diariamente desde las 17.30 hasta las 23.30, a excepción del 25 de diciembre, cuando permanecerán iluminadas 24 horas.
Después del 7 de enero, el imponente abeto será despiezado y donado a Habitat for Humanity, una ONG estadounidense fundada en 1976 que construye viviendas para los necesitados por todo el mundo.
El primer árbol de Navidad que quedó instalado en el lugar fue colocado en 1931 por trabajadores de la construcción en el sitio donde se estaba levantando el Centro Rockefeller.
La primera ceremonia formal del encendido de las lunes se desarrolló en 1933, y la tradición se ha mantenido desde entonces con algunas variaciones.
En ocasiones han sido dos los pinos colocados, pero en 1942 fueron tres, adornados con bolas rojas, blancas y azules, para dar apoyo a las tropas que combatían en la II Guerra Mundial.
Los árboles de ese año y los que se colocaron en las Navidades sucesivas, hasta el final de la guerra, no fueron adornados con luces a causa de las regulaciones que regían por el conflicto armado.
Los mismos colores patrióticos del árbol de 1942 fueron los que se utilizaron para adornar el pino de las Navidades de 2001, las primeras después de los atentados del 11 de septiembre de ese año.
El árbol más alto que se haya colocado hasta ahora fue el que quedó instalado en 1999, de 30,5 metros, originario de la localidad de Killingworth, en el estado de Connecticut. EFE