La 'ciudad que nunca duerme' se convierte en uno de los destinos ideales, sea cual sea la época en la que se visita. En invierno, el turismo de compras hace su aparición estelar
Ir a Nueva York siempre es buena idea. Da igual la época del año, los días de estancia o el hotel que se escoja. La ciudad que 'nunca duerme', como bien cantaba Sinatra, es un destino que nunca defrauda. A pesar de que la hemos visto en mil y una películas, que ha sido escenario de nuestras series favoritas y de que aparece en televisión casi a diario, la Gran Manzana sigue sorprendiendo a todo el que tiene la suerte de poner los pies sobre sus calles.
Imprescindible resulta un tour por el alto y bajo Manhattan, preferiblemente el día siguiente a la llegada para hacerse una idea de dónde se encuentran los monumentos y lugares que no hay que perderse en Nueva York. Estas excursiones –que se pueden contratar aquí– trasladan en autobús a los turistas por las principales calles mientras que un guía de habla española va narrando curiosidades e historias. Sin cansarse ni un ápice, podrá inmortalizar el Empire State, la Quinta Avenida, la Catedral de San Patricio, Chinatown, Little Italy, Wall Street, el museo Guggenheim o la Zona Cero.
Pero también habrá tiempo para estirar las piernas: el autobús hace dos paradas para conocer más de cerca la placa en homenaje a John Lennon que se esconde en Central Park y el edificio Flatiron. En los alrededores de esta singular construcción, famosa por su picudo vértice sobre la plaza Madison, podrá tomar un 'lunch' en un mercado de productos italianos muy de moda en Nueva York.
Si lo que quiere es pasear por el ambiente neoyorquino, en lugar de volver hacia el centro en el mismo autobús que le ha llevado hasta el final del recorrido –Battery Park– podrá apearse allí y coger uno de los ferries gratuitos con destino a Staten Island. Lo mejor de este transporte es que, además de no suponer gasto alguno, ofrece unas vistas únicas de la Estatua de la Libertad durante todo el camino. Cuando anochezca, puede repetir el viaje y ver el skyline de Nueva York iluminado. Preste atención a los horarios de los ferries para evitar quedarse en puerto.
Tour de contrastes por los barrios de NY
Las excursiones de este tipo, con cuatro días en destino, dejan tiempo libre a los viajeros durante la tercera jornada. Para aprovecharlo, resulta recomendable realizar el conocido como 'tour de contrastes': una ruta en autobús que deja atrás la isla de Manhattan para adentrarse en barrios menos transitados por turistas, como el Bronx. Allí se conocerá el estadio de béisbol de los Yankees, la cárcel, los famosos grafitis en homenaje a víctimas de asesinatos callejeros y una curiosidad para los cinéfilos: la comisaría de Policía que aparece en la película 'Distrito Apache'.
El tour también invita a sus pasajeros a conocer Queens y sus zonas residenciales de Whitestone, Astoria o Forest Hills, así como la amplia diversidad étnica de sus vecinos. De nuevo el deporte hace su entrada en el viaje a través del estadio de los Mets y el lugar donde se celebra cada año el USA Tenis Open: el Flushing Meadows Park donde también se podrán hacer fotos a su famosa fuente con forma de la bola del mundo.
Brooklyn, el barrio de moda de Nueva York por su vida juvenil, artística y cultural, no podía faltar en este recorrido en autobús. Lo más llamativo es su trayecto a través del distrito de Williambsburg, donde vive la comunidad ultraortodoxa judía de la ciudad. Allí, donde los hombres casados visten sus clásicos gorros de piel de castor valorados en más de 2.000 dólares –conocidos como 'shtraimel'– y las mujeres cuidan no mostrar ni codos ni rodillas, el tiempo parece detenerse e invita al turista a trasladarse a otra cultura. Especialmente recomendable resulta la visita los sábados, pues este día de la semana es el de descanso para los judíos y visten sus mejores galas.
De vuelta a Manhattan a través del puente homónimo, los visitantes pueden terminar la travesía a pie para transitar por el archiconocido puente de Brooklyn. De vuelta al hotel puede dar un paseo por High Line Park –un parque sobreelevado construido en una antigua vía de tren–, subir hasta la planta 86 del Empire State o conocer el mirador más alto de Nueva York: la planta 102 del One World Observatory.
Nueva York, destino de compras
¿Quién no recuerda la famosa escena en que Audrey Hepburn queda embelesada frente al escaparate de una de las tiendas más famosas de Nueva York? La joyería Tiffany's, en plena Quinta Avenida, es uno de los comercios que no pueden faltar durante las visitas Nueva York –aunque no vaya a adquirir nada, no deje pasar la oportunidad de sentirse como una estrella de Hollywood contemplando sus exquisitos brillantes–. Pero no solo de joyas vive Manhattan… aunque el 90% de los diamantes de Estados Unidos entren a través de Nueva York. La Gran Manzana también es una de las ciudades más solicitadas para el turismo de compras de todo tipo.
Sin duda, su calle más conocida es la Quinta Avenida, sobre todo la zona que delimitan las vías 39 y 60. Allí se pueden encontrar establecimientos de grandes marcas –Gucci, Doce & Gabbana, Armani, etc.–, artículos para el hogar, lencería –Victoria's Secret se expone en uno de los locales–, empresas españolas como Zara, Saks Fifth Aveniu –junto a la catedral de San Patricio, es una de las tiendas más famosas con varios pisos de altura dedicados a la moda– o incluso lugares para los fans de Apple. En plena Quinta Avenida, tras cuatro paredes de cristal decoradas con una gigantesca manzana luminosa, la tienda de Apple más grande del mundo hace las delicias de sus clientes con un horario de apertura ininterrumpido las 24 horas del día.
Las tiendas de descuentos también se han hecho su hueco en Nueva York. Los que quieren llevar ropa de marca sin que su bolsillo se resienta encontrarán un paraíso de compras en el outlet Century 21, una tienda de ocho pisos con ropa firmada por compañías muy conocidas –y otras más amateur– donde se pueden encontrar ofertas de hasta el 65% durante todo el año. Gap, una de las marcas más famosas de Estados Unidos, dispone de un local con descuentos de hasta el 40% en la calle 82 –número 32/37–. La línea 7 de metro llega directamente hasta él si se baja en la parada 'Calle 82-Jackson Heights'.
En Chinatown, los recuerdos y souvenirs de Nueva York saltan al encuentro de los viandantes en cada esquina. Gorras, tazas, estatuas de la libertad en miniatura, postales, imanes… Un sinfín de productos baratos que le servirán para recordar su estancia en la 'ciudad que nunca duerme'. De cara a la época navideña no puede dejar de pasar por la tienda 'Christmas and City' ubicada en la 133 Mulberry Street. Este establecimiento, dedicado en exclusiva a la decoración de Navidad, invita a cantar villancicos y tomar turrón durante todo el año. No reprima su apetito viajero… ¡hínquele el diente a la Gran Manzana!
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