El bellísimo apartamento, con vistas a Central Park, se ofrecía a 11,5 millones de dólares, tras hacer un notable descuento. Por la casa pasaron muchísimos artistas, a los que el gran cantante italiano dio generosa hospitalidad
Izquierda, imagen del salón comedor. Derecha, el tenor italiano - ABC |
Todos los amigos de Luciano Pavarotti (Módena, 1935–2007) gozaron alguna vez de su casa en Nueva York: un bellísimo apartamento, de clase, luminoso, con 183 metros cuadrados, situado en el 23º piso del histórico edificio Hampshire House, dominando Central Park, el pulmón verde de la Gran Manzana, en el corazón de Manhattan.
El gran tenor lo compró en los años 80 y lo utilizaba a menudo, dadas sus frecuentes actuaciones en América. Pero con generosidad lo cedía también a sus mejores amigos, caso de José Carreras. Por el apartamento del gran cantante italiano pasaron muchísimos artistas, prestándose a menudo a cocinarles gustos platos con sabor a su tierra modenesa y nunca faltaban los tortellini, el prosciuto y el parmigiano reggiano.
Luciano Pavarotti lo utilizó como refugio cuando, después del divorcio, vivía con su segunda mujer, Nicoletta Mantovani, y la hija de ambos, Alice. Tras la muerte del tenor, Nicoletta volvió a menudo a Nueva York para curarse una forma de esclerosis múltiple. Pero en el 2014 decidió poner a la venta el apartamento histórico en el que había vivido años felices. Se creyó que, dada su historia, su posición y aceptables dimensiones, fácilmente surgirían compradores dispuestos a hacerse con un apartamento espectacular: dos habitaciones para dormir, dos baños, una gran cocina, comedor y un gran salón con grandes ventanales panorámicos sobre el Central Park.
Se fijó un precio inicial de 13,7 millones de dólares, pero, ante la falta de clientes dispuestos a pagar esa cifra, se rebajó a 11,5 millones de dólares. Ni por esas se encontró comprador para el bellísimo y funcional apartamento, cuyos gastos de comunidad rondan los 4.000 dólares mensuales.
Al final, la agencia que lo había puesto a la venta ha retirado el anuncio. Una demostración de que vender una casa no es siempre fácil, ni siquiera enNueva York, uno de los más grandes mercados inmobiliarios del mundo. Ni siquiera, aunque el propietario se llame Luciano Pavarotti
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