New York Ultimate: septiembre 2016

miércoles, 28 de septiembre de 2016

El esplendor de Manhattan


Jan Morris ha hecho un trabajo espléndido describiendo la vida de aquella isla que se disponía a convertirse en la capital de mundo


Una pareja camina por Broadway un día lluvioso en Nueva York.


Este libro, tan entretenido como cargado de información, comienza rememorando el día en que el Queen Mary “surgió de entre el mar neblinoso en los Narrows, la entrada al puerto de Nueva York (…) Llevaba de vuelta a casa a 14.526 de los soldados estadounidenses que acababan de ayudar a ganar la guerra contra la Alemania nazi”. Lo recibieron un transbordador lleno de periodistas, dos yates requisados con chicas bailando jitterburg y, ya en la bahía, flotillas de todo tipo de embarcaciones cargadas de jubilosos neoyorquinos. Estamos en 1945, el año que la autora, una excelente periodista, considera el ápice del esplendor de Manhattan.
Jan Morris ha hecho un trabajo espléndido; en primer lugar, por haber evitado la nostalgia, enemiga de la memoria, describiendo la vida de aquella isla que se disponía a convertirse en la capital de mundo, con toda la fascinación que la objetividad puede ofrecer. Sí, porque la capacidad de colocar lo significativo por encima de lo exhaustivo es lo que hace excepcional esta obra. En segundo lugar, por el estilo, porque la amenidad es lo que más agradecen los lectores de un libro como éste.
Está fraccionado, el libro, en un total de siete secciones denominadas respectivamente: Del estilo, Del sistema, De la raza, De la clase, Del movimiento, Del placer y Del uso. “Nueva York en 1945 se veía a sí misma como representante de un pueblo para el que nada es imposible”. Nueva York era una ciudad competitiva, lo que explica su auge, una edad donde se vendía de todo y se producía todo lo que tuviera que ver con el espíritu americano, hasta el punto de que acabaría arrebatando a París su cualidad de ciudad del arte. Morris se centra en la isla de Manhattan, desde Harlem hasta el puerto de la ciudad. Por el libro desfilan, con eficiencia narrativa, teatros y restaurantes, barrios y gremios, razas (los más recogidos, los chinos; los más zonales, judíos, italianos y negros; los más dispersos, los irlandeses), clases sociales (los 400, los clubes, la Cafe Society, los artistas del Village) y los raros e inconformistas, algunos de ellos llevados a la literatura o al cine (el atrabiliario y fantástico Joe Gould por Joseph Mitchell, los riquísimos hermanos Collyer atacados por el síndrome de Diógenes, por E. L. Doctorow, el fotógrafo Weegee…). El movimiento dinámico de la ciudad tan cargado de energía como los cuadros de Jackson Pollock; los nuevos medios de transporte (el ferrocarril, el metro bajo tierra y el elevado, los autobuses, las calles, el tráfico aéreo del aeropuerto de La Guardia, que lleva el nombre del legendario alcalde de Nueva York y personajes no menos legendarios como Gentleman Jim, su antecesor). Y no menos dinámico, el mundo del periodismo o el de Wall Street…, en fin.
El libro acaba siendo tan dinámico y rico como el Manhattan de 1945. Según Jan Norris, Manhattan, que sigue siendo el lugar representativo del siglo XX, no volvería a alcanzar los cielos como en este año 1945; incluso, comparativamente, para ella ha ido decayendo, como sucede siempre con el esplendor porque el esplendor es el momento más alto aunque finito de una ciudad. Pero con todo, Nueva York sigue siendo la capital del imperio, la ciudad a la que todos los habitantes de la Tierra anhelan ir como en su día anhelaron acudir a la capital del Imperio Romano. Todo lo dicho y mucho, mucho más, lo cuenta con pasión e inteligencia la autora de este brioso libro. 

lunes, 26 de septiembre de 2016

Por una vida mejor para los inmigrantes de Nueva York

Por una vida mejor para los inmigrantes de Nueva York


Los inmigrantes son la columna vertebral de la ciudad de Nueva York, donde más de un tercio de la población nació en el extranjero y la mitad de todos los pobladores hablan un idioma que no es el inglés.
Sin embargo, lo que mucha gente no sabe es que muchos inmigrantes en Nueva York que cumplen los requisitos para la ciudadanía no la solicitan, debido a obstáculos legales y económicos, entre ellos problemas de idioma y la alta tarifa que se debe pagar al presentar la solicitud.
Como resultado, hay más de 646,000 inmigrantes en la ciudad que cumplen los requisitos para hacerse ciudadanos, casi una cuarta parte de sus pobladores nacidos en el extranjero. En todo el país, casi nueve millones de residentes legales permanentes podrían hacerse ciudadanos pero no lo han hecho.
Hace dos años, el alcalde de Nueva York Bill de Blasio se sumó a los alcaldes de Chicago y Los Ángeles para lanzar un programa llamado Ciudades a favor de la Ciudadanía (Cities for Citizenship), con el propósito de ayudar a eliminar dichos obstáculos. El programa, coordinado conjuntamente por el Center for Popular Democracy y la National Partnership for New Americans, ha logrado que alcaldes de 26 ciudades y condados inviertan en programas que facilitan que los residentes legales se hagan ciudadanos.
Las ciudades y los condados de Cities for Citizenship forman alianzas estrechas con organizaciones comunitarias locales para ofrecer una variedad de servicios necesarios, entre ellos asesoría económica y legal, como también micropréstamos, para ayudar a los residentes legales a realizar los trámites para la naturalización.
Desde el lanzamiento del proyecto, más de 10,000 personas han iniciado el proceso de ciudadanía en todo el país y más de 12,000 han recibido información sobre las opciones de ayuda económica.
La diferencia entre ser residente legal permanente y ciudadano no es un mero detalle legal, ni mucho menos. Los ciudadanos tienen acceso a una variedad de beneficios, entre ellos el derecho al voto, la posibilidad de viajar libremente dentro y fuera del país, y la tranquilidad de no estar sujetos a deportación.
La ciudadanía además abre puertas a mejores empleos, una de las razones por las que los ingresos de los inmigrantes que se hacen ciudadanos aumentan hasta 11 por ciento. La probabilidad de que los inmigrantes nacionalizados tengan una cuenta bancaria es cuatro vecesmás alta que la de quienes no son ciudadanos. Y la ciudadanía facilita ir en pos de una educación, comprar vivienda y poner un negocio. Como resultado, el índice de pobreza de los inmigrantes naturalizados es significativamente más bajo que el de quienes no se hacen ciudadanos.
La naturalización beneficia no solo a los inmigrantes sino también a las comunidades donde viven. El mayor potencial de ingresos de los inmigrantes naturalizados impulsa la economía local y puede producir millones en ingresos tributarios. El Urban Institute calculó que la ciudad de Nueva York recaudaría  $789 millones adicionales en ingresos fiscales si todos los inmigrantes que reúnen los requisitos para ser ciudadanos lo hicieran. El mismo estudio probó, además, que la naturalización puede reducir el gasto en beneficios del gobierno, lo que aumentaría los fondos disponibles para educación, transporte y otros importantes servicios para la comunidad.
Está claro que nuestras ciudades tienen mucho que ganar si promueven la naturalización. Por eso los alcaldes han asumido la delantera para respaldar a los inmigrantes que le dan solidez y dinamismo a nuestra nación. Esperamos que otras ciudades sigan el ejemplo de la ciudad de Nueva York y se sumen a un proyecto que ha hecho mucho para ayudar a los inmigrantes en todo el país.
-Andrew Friedman es director ejecutivo del Center for Popular Democracy, aliado de Cities for Citizenship.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Nueva York premia al cine venezolano en la clausura del VEFFNY

Nueva York premia al cine venezolano en la clausura del VEFFNY



La quinta edición del "Venezuelan Film Festival Nueva York" VEFFNY, presentada por CITGO, concluyó exitosamente en la ciudad de Nueva York. La cinta venezolana, basada en la vida del bolerista Felipe Pirela, “El Malquerido”, de Diego Risquez se alzó con el premio a Mejor Película de Ficción que recibió la cineasta Mariella Pérez Pérez en nombre del equipo.
Por su parte, el documental “Kuyujani Envenenado” dirigido y escrito por Alexandra Henao, que aborda el tema de la minería ilegal en Venezuela, recibió el premio del jurado a Mejor Documental. Beto Benites, representante de la película en la ceremonia, se mostró “muy complacido por recibir este reconocimiento que da pie al comienzo del recorrido de la película que muy pronto se estrenará en el país”. 
Los espectadores que asistieron a las salas también tuvieron la oportunidad de votar por su producción favorita y fue la cinta “Una Fábula Muy Trillada”, de William Padrón, quien se llevó a casa el premio del público. Para el director, haber ganado este premio es una sorpresa muy grata que tuvo la oportunidad de compartir con la familia de Cayayo, vocalista y guitarrista de la banda Dermis Tatú, que sirvió de inspiración para el documental; comentó que “el hecho de que sea el premio de la gente, tiene un valor muy importante porque fue una extensión del sentimiento de los espectadores que se acercaron al finalizar la proyección de la película a manifestar que les había gustado”.
Irene Yibirin, organizadora y fundadora del festival, se siente “muy satisfecha con el resultado de obtenido ya que, ahora que lo expandimos a Brooklyn, el público creció de manera exponencial y la mayoría de las funciones estuvieron a punto de estar agotadas”. Yibirin, se manifestó “muy contenta de haber contado con cuatro estrenos mundiales este año” y destaca además que, a pesar de ser la primera vez que contaban con la participación de cortometrajes, tuvieron una gran receptividad por parte de los asistentes y “de ahora en adelante, se convertirán en una parte fundamental de la selección para los próximos años”.
El Festival de Cine Venezolano en Nueva York es posible gracias al patrocinio de CITGO Petroleum Corporation, Syndicated Bar Theater Kitchen, Telemundo y The Venezuelan American Endowment for the Arts (VAEA). Cuenta además con el apoyo de Cinema Tropical, Caracas Arepa Bar, Somos Venezuela, Gotham City Tours y Viceversa.
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Nueva York, en alerta perpetua

  • “Hay calma, sí, porque no tenemos de otra” dice Helen, neoyorquina, al sacar una foto del lugar dónde explotó la bomba
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La ciudad vivió 50 horas de tensión después de la explosión que dejó a 29 heridos el sábado pasado en el barrio de Chelsea. Todo se aceleró el domingo por la tarde cuando las autoridades identificaron al presunto autor del ataque gracias a las huellas digitales que encontraron en una de las dos bombas que no explotó en Manhattan. El lunes por la mañana los neoyorquinos recibieron en su móvil una alerta describiendo el perfil del sospechoso « se busca: Ahmad Khan Rahami, hombre de 28 años. Mire la tele para ver su foto. Llame al 911 si lo ve”. Las autoridades le calificaron de peligroso y armado. Cuatro horas después de haber alertado la población, la policía arresta al sospechoso en Linden, Nueva Jersey.

“Hay calma, sí, porque no tenemos de otra” dice Helen, neoyorquina, al sacar una foto del lugar dónde explotó la bomba, y sigue “Antes veíamos los lugares peligrosos como muy lejanos, ahora nos toca vivir en un lugar peligroso”. Habitantes y turistas se acercan a la calle 23 del barrio de Chelsea. En la calle cortada, se avistan policías y miembros del FBI trabajando.
Powel trabaja a dos cuadras de la calle 23 “Da miedo, sobretodo en el metro, porque recibes mails de gente que te avisa si hay un paquete sospechoso”. Unas manzanas más arriba, en Midtown, coches de policías, motos, y ambulancias abren el paso al cortejo de coches de jefes de Estados que participan a la Asamblea General de Naciones Unidas. 26000 policías vigilan las calles de Nueva York esos días.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Fotos: La Gran Parada Dominicana calienta las calles de El Bronx


Fotos: La Gran Parada Dominicana calienta las calles de El Bronx


Aunque muchos asistentes se quejaron de las altas temperaturas con las que el domingo se celebró la Gran Parada Dominicana, lo cierto es que los grados de más no impidieron a los vecinos quisqueyanos acudir a El Bronx ataviados con sus mejores galas rojas, azules y blancas para celebrar el folklor de su país.
Con numerosas actuaciones musicales, bailes y los vítores de varios grupos comunitarios representantes de la cultura dominicana, el Grand Concourse se convirtió en una fiesta para todos los presentes.
“Ni con este calor me lo quería perder. He venido para apoyar a nuestra comunidad y para ver a mi gente. Aquí nos reunimos también con los amigos que hace tiempo no vemos porque es un momento para estar juntos”, dijo Noemí Ferreras en medio del jaleo provocado por los cánticos de fondo.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Noemí Ferreras con Efigenia Muñoz fueron promocionando la Academia Mundial de Bomberos y asistieron con toda su familia. / Marta Ramírez.
El desfile de El Bronx no es el único evento multitudinario que festeja la comunidad dominicana, sin embargo, es uno de los preferidos ya que, como dijo Marisol Holguí, una residente de El Bronx, “es donde mejor se representa a nuestros paisanos y a nuestra patria”.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Marisol Holguí, de San Francisco de Macorís, con su hija Jenelys. “Creo que lo organizan muy bien. Disfruto de la música, las personas que desfilan… es entretenido”.
Entre los presentes también se encontró el senador Adriano Espaillat, que encabezó el desfile.
“El Bronx es un condado muy importante para los dominicanos porque ha ofrecido muchas oportunidades a sus vecinos y porque el coste de vida todavía es manejable. Los dominicanos han trabajado mucho aquí, han pagado sus impuestos y han sido responsables del futuro de este barrio y lo serán del renacimiento de El Bronx”, dijo el senador antes de dar el pistoletazo de salida.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016. Adriano Espaillat.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016. Adriano Espaillat.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Los lechones son unos personajes disfrazados con coloridas caretas y atuendos tradicionales del folklore de Santo Domingo, y que suelen verse sobre todo durante la celebración del carnaval.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Marta Quesada, de Santiago, y su sobrina, Edith. / Marta Ramírez.
Y aunque la mayoría de las personas apoyadas sobre las barras eran ya expertos en desfiles dominicanos, también hubo algunos debutantes que, emocionados con el despliegue de color y ambiente festivo, prometieron repetir en la celebración de Quisqueya la Bella de los próximos años.
Amauri Luna, de Santo Domingo, se mostró sorprendido por el espíritu de comunidad y la cantidad de dominicanos presentes. “Es la primera vez que vengo y la verdad es que me gusta el ambiente. Es como estar en RD. Cuando acabe el desfile no sé qué voy a hacer pero lo que quiero es seguir compartiendo el tiempo con mi gente, que es exactamente en lo que consiste esto”.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Amauri Luna con Ramona de Jesús, durante el desfile dominicano en El Bronx. / Marta Ramírez.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Desfile Dominicano en El Bronx, Grand Concourse. 24 julio 2016.
Fuente El Diario

lunes, 19 de septiembre de 2016

16 lecciones que aprendimos durante esta New York Fashion Week

La modelo Hanne Gaby Odiele en el desfile de Marc Jacobs de la última NYFW



El albornoz, la modelo, las rastas, el porno, el terciopelo… Nos tomamos un respiro para reflexionar sobre estos siete días de espectáculo neoyorquino.




1. EL CHÁNDAL NEGRO DE ADIDAS ES LA NUEVA PANACEA FASHIONISTA

Pero no ese con pelotillas de cuando iba al instituto, sino los que Alexander Wang ha diseñado en colaboración con Adidas Originals. Ya se intuía en el street style, salpicado de pantalones de campana con triple raya blanca, pero las infinitas versiones que ha mostrado Wang en su desfile confirman la tendencia.

2. YA PODEMOS HACER UNA PIRA CON TODOS LOS 'STILETTOS' DEL PLANETA

Mientras Carolina Herrera dio su bendición al zapato plano de noche con vestidos largos, Victoria Beckham sustituyó los zapatos de tacón por botas de agua en su desfile. No contenta con eso, la Posh salió a saludar al término con unas sandalias mesiánicas que no levantaban ni un centímetro del suelo. El efecto fue tan poderoso que muy pocos repararon en que vestía ropa de su marido. Nadie dijo que organizar un desfile saliera económico.
 

3. PIJAMAS, ¿PARA QUÉ OS QUIERO SI TENGO UN ALBORNOZ?

Da la sensación de que Alexander Wang y Lacoste, eternos abanderados de la tendencia athleisure, se hayan puesto de acuerdo para retar (otra vez) a las fashionistas más audaces. Cuando comenzaba a calar la idea de usar pijama fuera del dormitorio, estas firmas sacan el albornoz a la calle.

4. LA MODA NO OLVIDA A BILL CUNNINGHAM

Tres meses después de que el padre del street style falleciera, los fotógrafos de la NYFW le rindieron homenaje ataviados con su característica bata azul.


5. TENEMOS NUEVA SUPERMODELO INTERNACIONAL

Rodarte, Coach 1941, Prabal Gurung, Proenza Schouler, Zac Posen, Coach, Narciso Rodriguez, Baja East, Delpozo… Mayka Merino ha hecho pleno.
 


6. HAY UN ESTILO QUE DA MÁS MIEDO QUE EL GÓTICO

Y es colorido, sesentero y naif. Thom Browne, célebre por su estética oscura, nos puso los pelos de punta con ‘alegres’ vestidos trampantojo.
 

7. “NUNCA TE FÍES DE UNA ‘CAPILLITAS'”

Y no lo decimos nosotros, sino una de las prendas de Hood By Air (“Never trust a church girl”). Su recuerda al “May the bridges I burn light the way” que acompañaba las famosas sudaderas de Vetements de este otoño-invierno. ¿Le suena muy profunda? Normal. Procedía de un diálogo de Sensación de vivir. En cuanto a la de Hood By Air…

8. A LA MODA LE GUSTA (MUCHO) EL PORNO

PornHub, la web pornográfica que emitió la pasada campaña veraniega de Diesel () ha vuelto a romper un montón de monóculos. En esta ocasión, como sponsor del desfile de Hood by Air, amenizado por un audio de escupitajos y arcadas y acompañado de un maquillaje brillante y pegajoso. Según el Corriere dello Sport, el site ya habría patrocinado equipos de fútbol en Reino Unido, de baloncesto en Irlanda, de golf en Escocia y de softball en EE.UU. Parece que ahora le tira más la moda.


9. NUEVA YORK PUDO ENMUDECER EN PLENA ‘FASHION WEEK’

Quince años después del 11-S, los desfiles fueron interrumpieron. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del atentado en diferentes puntos de la capital.

10. EL ‘SEE-NOW-BUY-NOW’ NO TIENE SENTIDO

Ralph Lauren, Michael Kors, Tommy Hilfiger, Rebecca Minkoff o Thakoon pertenecen a la kilométrica lista de firmas que pusieron sus diseños a la venta al término inmediato de la venta. ¿El objetivo? Evitar los seis meses reglamentarios que las colecciones tardan en llegar a tiendas, la consecuente pérdida de deseo en los consumidores y la posibilidad de que otras firmas más veloces reproduzcan las piezas. Pero ¿acaso a usted le gustaría comprar ahora lo que se supone que llevará el verano que viene? Como la mayoría de encuestados por Verdict, probablemente no. Por si fuera poco, la dinámica resulta aún menos interesante ahora que ha dejado de ser exclusiva.

11. VOLVEREMOS A USAR TERCIOPELO EL PRÓXIMO VERANO

O eso esperan Victoria Beckham, Eckhaus Latta y Sies Marjan, con propuestas en lavanda, azul marino, amarillo fosforito… Dicho sea de paso, la última firma debutó sobre la pasarela hace tres días, y tiene loca a la crítica.

12. LAS ‘INFLUENCERS’ ESPAÑOLAS QUE LO PETAN SON…

Sita Abellán (@sitabellan), Natalia Cabezas (@trendy_taste), Jessica Goicoechea (goicoechea22), Marta Lozano Pascual (@martalozanop), Teresa Andrés Gonzalvo (@teresaandresgonzalvo), Gala González (@galagonzalez), Alexandra Pereira (@lovelypepa), Miranda Makaroff (@mirandamakaroff), Silvia García (@bartabacmode) y Sara Escudero (@collagevintage). Quizá no están todas las que son, pero todas las mencionadas se han hecho selfies estos días en la Gran Manzana.

13. HAY COSAS QUE NI SIQUIERA KANYE WEST PUEDE PERMITIRSE

El desfile comenzó con un retraso de dos horas y las modelos apenas podían caminar con los tacones que firmaba Yeezy, por lo que el rapero recibió duras críticas. Además celebró el show en la Isla Roosevelt. ¡Menuda lata! Esto nos lleva al siguiente punto.

14. LA IMPORTANCIA DE UN CHÓFER PRIVADO

Tom Ford y Brandon Maxwell en una cena, Tommy Hilfiger en un muelle, las Olsen en su tienda, Oscar de la Renta en una biblioteca… Lincoln Center, el Ifema neoyorquino, está superout, y cada vez más firmas apuestan por presentar sus colecciones en escenarios originales. No espere llegar a tiempo si se desplaza en taxi.

15. LAS RASTAS SON EL NUEVO ALISADO JAPONÉS

Willow Smith abrió la veda como nueva embajadora beauty de Chanel y ahora Marc Jacobs le ha dado la réplica. El diseñador consideró que las rastas de colores iban genial con las mangas jamón y las plataformas en sus propuestas. Sin saberlo, acaba de poner en un compromiso a las más modernas.
 

16. “SONRÍE A LA VIDA Y LA VIDA TE DEVOLVERÁ ESA SONRISA”

Mientras desfilaba para Michael Kors, Bella Hadid perdió el equilibrio y sufrió un dramático trastazo. Podía haberse quitado los tacones y continuar su camino descalza en un silencioso alegato feminista. Podía haber roto a llorar y proferir un montón de palabrotas. Pero Bella optó por obedecer estas palabras de Mr. Wonderful, y el equipo creativo del señor Kors le devolvió la sonrisa.

New York, una historia de un amor a primera vista

Podría pensarse que todo se ha dicho sobre Nueva York, pero cada nuevo enamorado cuenta una aventura diferente.
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No tiene una toalla playera estampada con “I love NY” que lo certifique pero Laura se enamoró de Nueva York. Esta Laura no es de apellido Pausini, ni fue primera dama de Estados Unidos, ni le dicen “señorita Laura” a los gritos en un programa de televisión. Porque no hay que ser famoso para que el primer viaje de alguien a Nueva York sea relevante. 

En lo personal siento envidia de todo aquel que recuerda su encuentro con las luces y el ritmo de esa ciudad frenética y maravillosa (el mío fue hace 30 años, llegaba a un colegio nuevo y hacía ya mis pinitos en la odiosa adolescencia). Siento envidia del que sabe si llovía la primera vez que vio la Estatua de la Libertad y del que sabe si fue un lunes o un domingo cuando descubrió que no hay pizza más sabrosa que la que venden por porción en las calles de Manhattan. Siento envidia de Laura. Siento envidia de esto:

“Me hizo sentir como alguien importante. Me hizo sentir que estaba en el centro del mundo. Y a la vez que era la persona más anónima e insignificante. En Nueva York, siendo nadie o nada, se es parte de todo. Me gusta la velocidad a la que se mueve la ciudad. Que si no corres te deja atrás. Pero me gusta también que tenga espacios donde puedes pasar horas contemplando gente, un parque, una obra de arte, un edificio. Es una ciudad generosa con sus visitantes. Te da arte, cultura y espectáculos, te da árboles, naturaleza y espacios al aire libre donde hacer deporte o leer un buen libro”.
Sí. Ya lo sé. Esta sección es de turismo y no el diario de Laura. Así es que recorramos sus palabras por partes.


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Contemplando gente

Hace unos años, The New York  Times proclamó al meatpacking district (el nombre de este sector se debe a que en el pasado congregó a los carniceros de la ciudad) como el sitio ideal para ver gente en Nueva York. De ese punto se accede al High Line, un parque elevado, construido sobre los rieles de un tren en desuso, donde se pueden dedicar varias horas al placer de ver las personas pasar. Gracias a Humans of New York, un bello catálogo de neoyorquinos disponible en internet, no es necesario montarse en un avión para contemplar gente, ver sus rostros y conmoverse con sus historias.
 

Un parque

Puede ser trillado pero el parque tiene que ser Central Park (lo dicen los 40 millones de personas que lo visitan cada año). En sus 3,4 km2 hay un lago, un monumento a John Lennon, un castillo y un jardín “shakesperiano”, sembrado con plantas y flores mencionadas en las obras del escritor y decorado con citas de sus libros.


 
Una obra de arte


En museos, la oferta de Nueva York es descomunal: el Metropolitan, el Guggenheim, el de Historia Natural, el sobrecogedor Memorial del 11 de septiembre... En un acto caprichoso y arbitrario, voy a escoger La noche estrellada (MoMa), ese cuadro que tan poco le gustaba a su pintor Vincent Van Gogh pero que tanto me gusta a mí, como la obra de arte a la que se refiere Laura.

 
Un edificio

¿El romántico Empire State de las películas? ¿El Flatiron que parece una tajada de ponqué? ¿One World Trade Center, símbolo del renacimiento de la ciudad después de la caída de sus torres gemelas? ¿El precioso Chrysler? ¿La Estatua de la Libertad? ¿El puente de Brooklyn? Todos. La silueta de Manhattan es una de sus grandes atracciones. Véala desde Brooklyn o, mejor aún, desde un barco sobre el río Este. 


Foto: Patricia Ritter.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Nueva York: El destino más cosmopolita de Estados Unidos

Al venir a Nueva York en otoño, que es temporada baja antes de diciembre, hay actividades indispensables. Lo primero es visitar la Estatua de la Libertad, que fue un regalo de Francia a la ciudad en 1886 y mide 93 m de alto. Es el símbolo de Nueva York y de Estados Unidos. El ferry para llegar a la estatua sale cada 30 minutos desde Battery Park. 


Es definida como una "Torre de Babel" moderna; el lugar donde confluyen todas las razas e idiomas del planeta. Donde usted disfrutará del mejor ballet ruso y las mejores obras de teatro musicales en Broadway. Aquí no encontrará ningún taxista nacido en la ciudad, visitará museos extraordinarios y pasará de un barrio chino a uno italiano con solo cruzar la calle.
Al venir a Nueva York en otoño, que es temporada baja antes de diciembre, hay actividades indispensables. Lo primero es visitar la Estatua de la Libertad, que fue un regalo de Francia a la ciudad en 1886 y mide 93 m de alto. Es el símbolo de Nueva York y de Estados Unidos. El ferry para llegar a la estatua sale cada 30 minutos desde Battery Park
Ya que está por esa zona del sur de Manhattan, camine por Wall Street y visite el edificio de la Bolsa de Nueva York, que sigue siendo la más influyente del mundo. En el edificio del Federal Hall, muy cerca de la Bolsa, George Washington tomó juramento como primer presidente del país. 
Si camina un poquito más visite la Zona Cero, donde estaban las torres gemelas y ahora se yergue el One World Trade Center o Liberty Tower. En el lugar exacto donde estaban las torres caídas hay dos monumentos que descienden en unas cascadas impresionantes con los nombres de las víctimas del atentado. El nuevo edificio diseñado por los arquitectos Libeskind y Childs es realmente precioso y tiene un observatorio en el piso 100, desde el cual obtendrá la mejor vista de la ciudad. Las entradas cuestan US$ 32 para adultos y 26 para niños, y se compran a través de www.oneworldobservatory.com. 
Luego diríjase hacia los muelles de South Street, desde donde obtendrá una preciosa vista del puente de Brooklyn, que fue el primer puente colgante de acero construido en el mundo en 1883. Muy cerca encontrará Chinatown y Little Italy, tan animadas que la mitad de sus pobladores no hablan inglés. Greenwich Village y Soho, barrios vecinos, son los lugares de mayor vida literaria y bohemia de Nueva York.
Anote en su lista también visitar el Empire State, la Catedral de San Patricio, aunque está en renovación con muchos andamios, Rockefeller Center, Times Square, con las mejores vallas publicitarias iluminadas del mundo. También el Museo de Arte Moderno (MOMA), gratis todos los viernes desde las 4:00 hasta las 8:00 p.m. Actualmente presentan una exhibición de Tony Oursler llamada "Imponderable", que dura hasta el 8 de enero de 2017. Y hasta el 12 de febrero de 2017 está la muestra de Teiji Furuhashi llamada Amantes. 
Vaya al Museo Metropolitano de Arte (MET), cuya tarifa es una contribución voluntaria.
No puede faltar al Museo Guggenheim, diseñando por el conocido Frank Lloyd Wright. Y al salir, regálese una caminata otoñal por Central Park.
La vida nocturna es inagotable. El teatro es demasiado bueno, así que debe tomar por lo menos una noche para ir a su obra favorita. Le recomiendo ir a ver "Hamilton", que ganó 11 premios Tony este año, incluyendo de Mejor Musical. Está inspirada en la vida del prócer de la independencia estadounidense Alexander Hamilton, y la presentan en el Richard Rodgers Theatre, en el 226 West de la Calle 46; www.richardrodgerstheatre.com. 
Ni hablar de las compras. Encontrará libros y música hasta enloquecer, equipos electrónicos y de informática sin límite. Si hablamos de moda, puede escoger desde las grandes tiendas como Barney's, Bergdorf Goodman, Bloomingdale's, Macy's, Saks y Henri Bendel.
Pasando por las casas de alta costura de Helmut Lang, Luca Luca, Prada, Marc Jacobs, hasta las famosas joyerías Tiffany, Harry Winston, y Cartier.
¿Cómo llegar?
Puede volar con American Airlines, teléfono: (0212) 209.81.11, www.aa.com, que ofrece vuelos vía Miami hasta Nueva York. Delta Airlines, teléfono: (0212) 958.10.00, www.delta.com, tiene vuelos vía Atlanta. Es preferible que solicite llegar al aeropuerto de La Guardia, más cercano a Manhattan, que el aeropuerto Kennedy.
Hospedaje
Hay tantos hoteles buenos en Nueva York que es muy difícil decidirse. Hoy le voy a recomendar el hotel Empire, www.empirehotelnyc.com. Está frente al Lincoln Center y es un clásico de la buena hotelería, preferido por los famosos que desean un poco de tranquilidad. En la azotea tiene un lounge frecuentado por famosos, con una vista ideal para pasar las noches interminables de Nueva York.
Si lo suyo es buena ubicación y no le molesta el alboroto, entonces el hotel Row NYC cerca de Times Square le convendrá. Estará alojado en plena acción y cerca de todo; las habitaciones son amplias y el servicio bueno. Ubicado en 700 8th Avenue; www.rownyc.com. 
¿Dónde comer?
Si le gustan las hamburguesas gourmet le recomiendo Ooh La La Burger en Union Fare, muy cerca del Flatiron Building. Aquí las venden con cebollas caramelizadas y queso gruyère. La dirección es #5 East 17th Street. Según la prestigiosa guía Zagat, éstas son de las mejores hamburguesas en la ciudad.
También le recomiendo con los ojos cerrados el Gramercy Tavern, www.gramercytavern.com, donde cuesta conseguir mesa pero vale la pena mil veces. Pida el smoked trout, que es una trucha ahumada deliciosa. Para una comida rápida de calidad debe ir al sótano del famoso hotel Plaza (www.theplazany.com) en la quinta avenida. Allí tienen un Food Hall sensacional, con variadas opciones como sushi, crêpes, chocolates, yogur y pastelería. 
 
Imperdibles
No puede dejar de ir al parque de atracciones de Coney Island, para que sienta otra vez las horas bien aprovechadas y bellas como las de la infancia. También puede tomar un bote en el Chelsea Pier y pasear por el río Hudson. O visitar los Strawberry Fields en Central Park, que son los jardines que Yoko Ono dedicó a la memoria de John Lennon.
alvaromont@gmail.com