Filas de gente esperando bajo la nieve en la puertas de los supermercados, otros partiendo temprano en una estación central vacía, Broadway sin espectáculos y el transporte público cerrado. La tormenta de invierno Juno logró lo imposible: frenar a Nueva York, la ciudad que nunca duerme.
"Habitualmente vuelvo a casa a las 6, 6.30 pm. Pero hoy me estoy yendo un par de horas más temprano. Parece que esta vez es más que ruido", dice a la AFP Joseph Burke, un abogado que vive en los suburbios, de pie en el hall de Grand Central Terminal, uno de los puntos neurálgicos de la ciudad donde apenas se veía gente pasadas las 16H00 locales (21H00 GMT).
La llegada de la colosal tormenta de nieve, anticipada por las autoridades como una de las "más fuertes jamás vistas", provocó excepcionales medidas de prevención, entre ellas el cierre del transporte público a partir de las 23H00 locales.
Joseph Burke, como muchos neoyorquinos, trabajará desde su casa este martes, tal como lo aconsejaron el gobernador del estado, Andrew Cuomo, y el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio.
En Union Square, en el sur de Manhattan, la gran estación de metro también mostraba un panorama más bien desolador. Afuera, la plaza siempre repleta también está vacía.
Solo en la puerta del supermercado Whole Foods Market se ve un amontonamiento de gente a pesar de que la nieve y el viento arrecian.
Además de volver a casa temprano, la otra gran prioridad era tener suficientes provisiones para no sufrir durante el "acuartelamiento".
"No tengo comida. Necesito sí o sí conseguir provisiones. Quién sabe si mañana voy a poder salir de casa", dice Rosa Ramírez, una dominicana que trabaja en una tienda y también logró irse más temprano.
"Lo que no sé es cuánto tiempo voy a tener que esperar", agrega sorprendida por el gentío que bloquea la entrada del comercio.
"Tuvimos fila en la calle todo el día", confirma en ese sentido a la AFP una empleada del supermercado, precisando que se esforzaban para que la gente no esperase demasiado y entrase "rápido".
"Por ahora tenemos suficientes stock para todo el mundo", señala al ser consultada sobre una posible escasez de productos.
De todos modos, el supermercado cerraba el lunes tres horas antes de lo habitual para "garantizar que el personal y los clientes pueden llegar a salvo a sus casas".
En una de las ciudades más visitadas del mundo, la tormenta "Juno" cambió los planes de los turistas.
Más de 6,000 vuelos fueron anulados el lunes y martes en Estados Unidos, muchos de ellos de los tres aeropuertos neoyorquinos, JFK, Newark y LaGuarda.
Se cancelaron espectáculos de Broadway y la ópera Metropolitana y se anularon partidos de la liga de básquet NBA. Incluso el Museo Metropolitano anunció que cerrará sus puertas el martes.
Algunos de los puntos más turísticos de la ciudad, como el puente de Brooklyn, estaban desiertos.
Claro que para algunos la mala suerte no era tal.
"Recibimos un correo de la compañía diciendo que el vuelo estaba anulado. Entonces disfrutamos de la nieve y de Nueva York durante tres días más. ¡Yupi", celebraban Sylain y Marine Royer, dos turistas franceses.
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